Las bodas de Fígaro

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TEMPORADA DE ÓPERA Y BALLET 2025–26
LAS BODAS DE FÍGARO
Música de Wolfgang Amadeus Mozart

 

Argumento

Lugar y época: En el palacio del Conde y la Condesa Almaviva, en las cercanías de Sevilla, España, a finales del siglo xviii.

 

Acto I

Susanna y Fígaro están preparando su boda (Duettino: Cinque... dieci... venti...), y él arregla la habitación que el Conde les ha regalado para quedarse, pero Fígaro cree que es porque él le consiguió a Rosina hace tiempo (Duettino con recitativo: Se a caso madama la notte ti chiama). Sin embargo, ella se encuentra perturbada: el Conde quiere tomar a Susanna antes que su esposo volviendo al derecho de pernada que él mismo abolió y se lo ha hecho saber por medio del maestro de música, Don Basilio. Así se inicia la acción: Fígaro decide ponerse en guardia contra el Conde de Almaviva (Cavatina: Se vuol ballare signor Contino), de quien fuera cómplice para conquistar a Rosina, ahora Condesa de Almaviva. Mientras tanto Marcellina, el ama de llaves del palacio, y Don Bartolo, el doctor en leyes, planean casar a la dama con Fígaro, en cumplimiento a un contrato hecho tiempo atrás. Él la ayudará, como venganza por su Rosina perdida (Aria: La vendetta). Luego Marcellina se enfrenta a Susanna, saliendo Marcellina herida en su orgullo: su edad era mucho mayor que la de Susanna (Duetto: Via resti servita). Aparece luego el paje Cherubino, quien está huyendo del Conde de Almaviva, el cual quiere castigarlo por haber hallado al paje con una de sus vasallas favoritas, Barbarina, y es perseguido por Don Basilio. Le cuenta a Susanna su confusión amorosa (Aria: Non so più cosa son cosa faccio). Cuando se percatan que se acerca el Conde Almaviva, Cherubino se esconde bajo un vestido que pone Susanna. Entra el Conde, quien le da una moneda a Susanna pero luego escuchan una voz que es Don Basilio, el maestro de música. Ahora es el Conde el que corre a esconderse y en el apuro lo hace junto a Cherubino. Don Basilio enreda la situación al revelar que el Paje mira a la Condesa de una forma especial. El Conde de Almaviva, herido en su orgullo sale de su escondite y ordena a Cherubino ingresar al ejército persa. (Aria: Non più andrai).

 

Acto II

La condesa se entera de las intenciones del conde con Susanna y se lamenta. (Cavatina: Porgi amor qualche ristoro). Susanna llega, y la condesa le cuenta lo que ella siente. Fígaro entonces llega, y confiesa que tiene un plan para obligar al conde a aceptar la boda de Fígaro y Susanna. Su plan consiste en vestir a Cherubino de Susanna y citar al conde para poder atraparlo siendo infiel, y así, chantajearlo. Figaro va a llamar a Cherubino, quien por orden de Figaro aún no había partido. Cherubino llega, vestido de militar, y le convencen de cantar la cancioncita que le había dado a Susanna para la condesa (Arietta: Voi che sapete che cosa è amor). La condesa y Susanna le disfrazan de mujer (Aria: Venite inginocchiatevi), y citan al conde a una cita con Susanna, a la que en realidad asistirá Cherubino. Susanna ve que Cherubino trae una venda en el brazo, que el mismo se puso para detener una herida, y la condesa de Almaviva le pide a Susanna una venda para curarlo. Susanna le entrega la venda, y regresa a otro compartimento de la habitación para buscar más. En este momento, el conde regresa a la habitación tocando la puerta, alertándose así Cherubino y la condesa, (se supone que Cherubino tuvo que partir de Sevilla para poder ser apartado de la condesa) siendo esta última quien lo esconde en otro compartimento distinto al de Susanna. El conde se da cuenta de lo alterada que esta la condesa, sospecha, en especial, que la puerta estuviese cerrada con llave, algo inusual en la condesa. El conde empieza a sospechar cuando, desde donde esta Cherubino, se produce un sonido fuerte. La condesa se excusa, diciendo que es Susanna quien esta en la habitación. El conde no le cree, por lo cual, ordena a Susanna, quien en realidad es Cherubino, salir de la habitación. Susanna sale de la habitación, y se encuentra con la discusión de la pareja, por lo cual se esconde antes de ser vista, y comienza a lamentarse por la situación (Trío: Susanna or via sortite). El conde se cansa de discutir, por lo cual se lleva a la condesa para buscar herramientas para abrir la puerta, cerrando la puerta principal con llave tras de si. Susanna sale de su escondite apresurada, y saca del compartimento al paje, quienes comienzan a lamentarse nuevamente (Dueto: Aprite presto aprite). Cherubino decide que se lanzará por la ventana, porque no puede abrir la puerta. Susanna trata de convencerlo de que no lo haga, sin embargo, Cherubino está muy determinado y salta. Susanna ve que sigue intacto, y decide esperar al conde en el compartimento donde estuvo Cherubino. El conde regresa, y furioso, le pide a Susanna que abra la puerta, después de que la condesa le dijera que Cherubino se hallaba oculto en la habitación (Final: Esci omai garzon malnato). El conde abre la puerta, y ambos, el conde y la condesa, quedan sorprendidos al ver a Susanna salir de la habitación. Susanna le explica a la condesa lo que sucedió, y ambas salen victoriosas mientras el conde se lamenta. Fígaro llega y le avisa al conde que el baile esta listo, sin embargo, Antonio, un jardinero, arruina la coartada de Susanna, diciendo que vio a alguien saltar por la ventana y arruinar sus flores. Fígaro salva la situación diciendo que fue él quien saltó por la ventana. Es entonces, cuando Antonio le pregunta si los papeles que dejó caer son suyos, Fígaro intenta alcanzarlos, pero el conde agarra los papeles velozmente. El conde pregunta que son los papeles y porque los tenía Fígaro, a lo cual Fígaro responde que es la comisión de envío a la guerra de Cherubino, y que los tiene para ponerles sello de confirmación. Todo queda en misterio para el conde, quien comienza a sospechar nuevamente de la situación. En este momento, entran a la habitación Marcellina, Bartolo y Basilio para presentar una demanda en la cual se le obliga a Fígaro a casarse con Marcellina. Todos comienzan a discutir y el acto termina en caos.

 

Acto III

El conde reflexiona sobre la situación confundido por los eventos precedentes ("Che imbarazzo è mai questo"). Incitada por la condesa, Susanna entra en escena y acuerda ver al conde más tarde esa noche, aunque en realidad es la misma condesa la que planea encontrarse con el conde disfrazada de Susanna. Cuando Susanna sale, el conde la escucha decir a Fígaro que ya ha ganado el caso (Hai giá vinta la causa). Dándose cuenta de que ha sido engañado, decide vengarse de Fígaro haciéndole casarse con Marcelina o pagar una gran cantidad de dinero.

 

El notario Don Curzio exige a Fígaro el cumplimiento del contrato con Marcellina (É decisa la lite), o pagarle una gran suma de dinero, pero como este no tiene, le obliga a casarse con ella. Fígaro se excusa diciendo que él es de familia noble, y que no puede casarse sin una autorización de sus padres desconocidos, porque le robaron de pequeño unos bandidos, y los espera encontrar en 10 años. Como prueba de esta nobleza, dice que tiene una señal en su brazo, que Marcelina y don Bartolo reconocen. Marcelina dice que Fígaro es su hijo, que desapareció al poco de nacer, y que don Bartolo es su padre y que Fígaro se llama Rafaelo, pero Fígaro llamó así porque él no sabía que se llamaba Rafaelo, así que ya no tiene que casarse con ella ("Riconosci in questo amplesso"). Cuando llega Susanna, y ve abrazados a Marcellina y Fígaro, le golpea en la cara, y Marcelina, junto con todos los demás, le explican la nueva situación.

 

La Condesa dicta a Susana una carta para el Conde de Almaviva, para confundir a su marido ("Canzonetta sull'aria"). Llegan al escritorio del conde de Almaviva y la condesa de Almaviva le da un alfiler a Susanna para que cierre la carta y le dice que le ponga atrás de la carta que tiene que ser devuelto el alfiler, mientras, entran un grupo de campesinas para ofrecerle flores a la condesa de Almaviva, entre las que se encuentra Cherubino vestido de mujer pero a la condesa y a Susanna se les hace conocido Cherubino y entonces la condesa le pregunta a Barbarina, que también le está ofreciendo flores, que quien es Cherubino y Barbarina le dice que es su prima que vino a la boda de Susanna y Fígaro. Antonio, el jardinero, y el Conde descubren a Cherubino. Luego llega Fígaro por las damas para la boda y a por Susanna, pero el conde de Almaviva le dice a Fígaro que si va a bailar con el tobillo lastimado, a lo que Fígaro le dice que sí, que ya casi no le duele y luego el jardinero le enseña a Cherubino.

 

Se celebra la boda entre Fígaro y Susanna y entre Don Bartolo y Marcelina, y durante el baile, Susanna pasa al conde de Almaviva la nota que escribió dictada por la Condesa, fijando una cita para esa noche y cuando el conde está abriendo la carta se pincha con el alfiler. Posteriormente le dice a Barbarina que le devuelva el alfiler a la bella Susanna pero el jardinero pega a Barbarina y entonces ella pierde el alfiler. La aguja con la que está prendida la carta, debe ser devuelta, en señal de conformidad. El plan es que esa noche no se encuentre con Susanna o con Cherubino, sino que se encuentre con la Condesa, así que esta intercambia su ropa con Susanna.

 

Acto IV

Fígaro sorprende a Barbarina buscando la aguja que sellaba la carta, ya que el Conde se la había dado a Barbarina para que se la diera a Susanna, y ésta la había perdido. Fígaro entonces sabe, por Barbarina, que Susanna se ha citado con el Conde porque Barbarina le dijo a Figaro que el conde le dijo que le devolviera el alfiler a la bella Susanna, pero ignora el plan. Enfadado, invita a don Bartolo y a don Basilio a ser testigos de esa cita (Recitativo ed Aria: "Tutto è disposto).

 

Llegan la Condesa y Susanna, con los trajes intercambiados, y se produce un encuentro complicado:

Cherubino, que había quedado con Barbarina, ve a la Condesa, que iba disfrazada de Susanna, e intenta besarla, pero en ese momento llega el Conde, y es él quien recibe el beso. Este le responde con un bofetón, que recibe Fígaro, que se había acercado para ver qué pasaba. Cuando Cherubino y Fígaro se van ("Partito é al fin l'audace"), el Conde comienza a seducir a la Condesa, pensando siempre que es Susanna, lo que enfurece a Fígaro, quien lanza un grito y asusta al Conde. Él y su esposa disfrazada salen hacia el bosque, dejando a Fígaro desolado. De repente aparece Susanna, y Fígaro piensa que es la Condesa. Para vengarse del Conde, Fígaro comienza a cortejarla, aun cuando la reconoce por su voz, ("la volpe vuol sorprendermi") lo que hace que Susanna se enfurezca, ya que no se dio cuenta de que había sido reconocida por su esposo, Fígaro. Cuando se da cuenta ("pace, pace, mio dolce tesoro"), la pareja se abraza y Fígaro le pone el zapato a Susanna. Escuchan la voz del Conde, que entra buscando a Susanna. Fígaro y Susanna deciden entonces continuar con el plan de engañar al Conde, y Fígaro comienza a cortejar a la Condesa falsa, lo que enfurece al Conde, que confunde a Susanna con la Condesa. Llama auxilio (Finale: "Gente, gente, all'armi, all'armi") y aparecen don Bartolo y don Basilio, junto con Antonio y Marcellina. Todos juntos piden perdón al Conde, pero él se niega, hasta que aparece la Condesa, dejando a todos muy sorprendidos. El conde pide perdón a su esposa, por sus sospechas y por su mala conducta. La Condesa responde “Più docile io sono e dico di sì” ("Soy más dócil [que tú], y digo que sí"). Ahora la boda entre Fígaro y Susanna puede tener lugar.

Programa y reparto

Director de orquesta: ENRICO CALESSO
Dirección escénica, escenografía y vestuario: PIER LUIGI PIZZI
Maestro del coro: PAOLO LONGO
Nueva producción de la Fondazione Teatro Lirico Giuseppe Verdi di Trieste

Personajes e intérpretes:
Fígaro: SIMONE ALBERGHINI
Susanna: CAROLINA LIPPO
Conde de Almaviva: GIORGIO CAODURO
Condesa de Almaviva: EKATERINA BAKANOVA
Marcellina: ANNA MARIA CHIURI

Orquesta, coro y equipo técnico: Fondazione Teatro Lirico Giuseppe Verdi di Trieste

Teatro Verdi de Trieste

El Teatro Lirico Giuseppe Verdi es un teatro de ópera ubicado en Trieste, Italia, que lleva el nombre del compositor Giuseppe Verdi. Fue construido de manera privada y se inauguró como Teatro Nuovo para reemplazar al "Cesareo Regio Teatro di San Pietro", más pequeño y con capacidad para 800 personas, el 21 de abril de 1801, con una representación de Ginevra di Scozia de Johann Simon Mayr. Inicialmente, el Nuovo tenía capacidad para 1400 personas. En 1821, se lo conoció como Teatro Grande.

 

A fines del siglo XVIII, se hizo evidente la necesidad de un nuevo teatro en Trieste. Su teatro principal, el Teatro di San Pietro, se había vuelto cada vez más inadecuado y finalmente cerró sus puertas en 1800. Una propuesta a la Cancillería austriaca de Giovanni Matteo Tommasini para construir un teatro privado existía desde 1795 y, en junio de 1798, se redactó un contrato por el cual la financiación anual vendría del municipio y Tommasini tendría los derechos de varios palcos y los derechos para vender otros. Gian Antonio Selva, el arquitecto de La Fenice en Venecia, fue contratado, y diseñó un auditorio clásico en forma de herradura. Sin embargo, sus diseños exteriores fueron considerados demasiado simples para los austriacos, quienes luego contrataron a otro arquitecto, Matteo Pertsch, para resolver el problema, lo que se logró incorporando elementos de la ópera La Scala de Milán. El "Nuovo" se convirtió en una mezcla de La Fenice en el interior y La Scala en el exterior.

 

Historia

Durante la existencia del teatro se produjeron varios cambios de nombre, el primero en 1821, cuando se convirtió en el Teatro Grande [1], y fue bajo este nombre que el teatro fue el escenario de dos estrenos de óperas de Verdi: Il corsaro en 1848 (con la soprano Giuseppina Strepponi, con quien Verdi se casó en 1859, en el papel principal) y Stiffelio, una producción que Verdi supervisó, no sin controversia, en 1850. [2] Sin embargo, antes de estos estrenos, las óperas de Verdi habían comenzado a dominar el escenario del Teatro Grande, seguidas, a medida que avanzaba el siglo, por todas las obras principales del repertorio de ópera, incluidas las de Puccini y Wagner.

Otro cambio de nombre se produjo en 1861 debido a un cambio de propiedad privada a pública. Así se convirtió en el Teatro Comunale y existió como tal durante los últimos años del siglo XIX. En 1881, la capacidad de asientos se había aumentado a 2000 mediante el uso de los espacios de pie existentes; pero, en diciembre de ese año, el teatro fue declarado inseguro y se cerró por renovaciones, durante las cuales la electricidad reemplazó la iluminación de gas para la reapertura en 1889 con 1000 asientos.

A pocas horas de su muerte en enero de 1901, [3] el teatro fue rebautizado una vez más, esta vez para honrar la memoria de Giuseppe Verdi. Fue restaurado extensamente entre 1992 y 1997 y reabrió con alrededor de 1300 asientos [4] y con un concierto Viva Verdi [3] que incluyó extractos de muchas de las óperas del compositor. (Al igual que la restauración de La Scala entre 2001 y 2004, rápidamente se creó una sala alternativa temporal en Trieste y la Sala Tripcovich sigue ofreciendo espacio para ópera de cámara y operetas.)

 

Una característica importante de la programación del Teatro Verdi en los últimos 40 años, que se deriva de la ocupación austriaca original de la ciudad en el siglo XIX y del hecho de que Trieste no se convirtió en parte de Italia hasta 1918, es el "Festival Internacional de Opereta", que se celebra cada verano.

Estrenos El teatro ha visto los estrenos mundiales de las siguientes óperas: Ginevra di Scozia de Simon Mayr, 21 de abril de 1801 Annibale in Capua de Antonio Salieri 20 de mayo de 1801 Ricciarda di Edimburgo de Cesare Pugni, 29 de septiembre de 1832 Enrico II de Otto Nicolai, 26 de noviembre de 1839 Il corsaro de Giuseppe Verdi, 25 de octubre de 1848 Stiffelio de Giuseppe Verdi, 16 de noviembre de 1850 Nozze istriane de Antonio Smareglia, 28 de marzo de 1895

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