Falstaff
Febrero 2026 | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
Lu | Ma | Mi | Ju | Vi | Sá | Do |
Argumento
La acción se desarrolla en Windsor, durante el reinado de Enrique IV, al comienzo del siglo XV, 1399 a 1413.
Acto I
Escena 1: Taberna de la Jarretera.
El anciano y corpulento Sir John Falstaff está rodeado por sus sirvientes, Bardolfo y Pistola, y la posadera. Llega el Dr. Caius y le acusa de robo, pero el excitado doctor pronto es expulsado. Falstaff entrega dos cartas a cada uno de los sirvientes para que se las lleve a dos bellas damas, casadas y ricas, la señora Alice Ford y la señora Meg Page. En estas dos cartas de amor, que resultan ser completamente idénticas, Falstaff profesa su amor por cada una de ellas, aunque es realmente el dinero de sus maridos lo que él ansía. Sus criados Bardolfo y Pistola lo rechazan, aduciendo que su "honor" les impide obedecerle. Falstaff responde irónicamente enfrentándose a sus honorables servidores y les grita (L'onore! Ladri! Voi state ligi all’onor vostro, voi! / "¡El honor! ¡Bandidos! Estáis ligados por vuestro honor...") y les manda fuera de su vista. Finalmente, Falstaff envía las cartas a través de un paje.
Escena 2: Jardín de los Ford.
Alice y Meg han recibido las dos cartas idénticas de Falstaff, esta circunstancia les provoca desdén y gracia, por lo que, junto a la sirvienta Quickly y a Nannetta (la hija de Alice, enamorada del joven Fenton, pero comprometida por su padre con el pedante Doctor Cajus), deciden burlar al insolente caballero, tal que no le queden ganas de comportarse como ardiente seductor.
Por otro lado, el señor Ford y el doctor Cajus han sido informados por los sirvientes de Falstaff de las intenciones del patrón. Los tres desean vengarse. Encontrándose a solas por una vez, le sigue un breve dúo de amor entre Fenton (un empleado de Ford) y Nannetta. Las mujeres regresan a casa y le piden a la señora Quickly que invite a Falstaff a un encuentro con Alice. El hombre también llega a la escena, y Bardolfo y Pistola son persuadidos para presentar Ford a Falstaff, pero bajo un nombre falso.
Acto II
Escena 1: Taberna de la Jarretera.
Bardolfo y Pistola (ahora al servicio de Ford), fingen rogar el perdón por sus pasadas transgresiones, anuncian a su maestro la llegada de la señora Quickly, quien le da un mensaje de Alice: la dama ha recibido la carta y lo espera en su casa «entre las dos y las tres», la hora en la cual el marido está ausente. Ella también le da una respuesta por la señora Page y asegura a Falstaff que ninguna es consciente de la invitación de la otra. Falstaff celebra su próximo éxito (Va, vecchio John / "Ve, viejo John, sigue tu camino").
Luego que la señora Quickly ha partido, se presenta Ford, bajo el nombre falso de Señor Fontana, ofreciéndole dinero a Falstaff para que recurra a sus renombradas artes amatorias y conquiste a la señora Ford. Falstaff queda sorprendido por la petición, "Fontana" le dice que si la señora Ford ha perdido ya su virtud, accederá finalmente a entregarse también a él. Falstaff naturalmente acepta, seducido además por la oferta de una rica paga, y asegura al falso señor Fontana que en media hora, ni bien su marido haya salido de casa, Alice caerá entre sus brazos. Por lo tanto va a vestirse y a embellecerse para la cita romántica.
Mientras se viste en sus ropas más fastuosas, Ford se siente consumido por los celos (È sogno o realtà? / "¿Es un sueño o realidad?"), después decide irrumpir en su propia casa con sus hombres para sorprender a los adúlteros.
Escena 2: Salón de casa de Ford.
Las tres mujeres traman su estrategia (Gaie Comari di Windsor / "Alegres comadres de Windsor, ¡ha llegado el momento!"). Nanetta también averigua que su padre planea casarla con el doctor Caius, pero todas las mujeres declaran que eso no ocurrirá. La señora Quickly anuncia la llegada de Falstaff, la señora Ford ha preparado con antelación una gran canasta. Los intentos de Falstaff de seducir a Alice con cuentos sobre sus glorias pasadas (Quand'ero paggio del Duca di Norfolk / "Cuando yo era paje del duque de Norfolk...") se ven cortadas en seco, en cuanto la señora Quickly avisa de la llegada del señor Ford.
Cuando el enojado Ford y sus amigos aparecen con la pretensión de pillar a Falstaff con las manos en la masa, se esconde primero detrás de una pantalla y luego las damas esconden al caballero en la canasta. Mientras tanto, Fenton y Nannetta se han escondido detrás de la pantalla. Al regresar de su búsqueda de Falstaff, los hombres oyen un beso detrás de la pantalla. En lugar de encontrarse con Falstaff, Ford descubre a su hija Nannetta besándose con Fenton. Ford le ordena que se vaya, y mientras tanto Falstaff se ha estado quejando de que él está sudando demasiado dentro de la canasta. Cuando los hombres de nuevo emprenden la búsqueda, las mujeres ordenan que tiren el canasto a una zanja, a través de la ventana, entre medio de las risas de todos los presentes.
Acto III
Escena 1:. Exterior de la taberna.
En un estado de ánimo sombrío, Falstaff maldice el lamentable estado del mundo. Sin embargo, un ponche caliente de vino y especias mejora su ánimo. Alice revela al marido la verdad y todos - varones y mujeres - se confabulan para jugarle a Falstaff una última y espectacular burla: la comadre Quickly acusa a los criados de lo que le había ocurrido y lo convence a encontrarse en una segunda cita con Alice y Meg, a medianoche, en el parque Herne's Oak, vestido como Herne el Cazador, esto es, el Cazador Negro. Aunque al principio duda, Falstaff promete ir. Entra en la casa con la señora Quickly, y los hombres y las mujeres planean su castigo.
En el reparto de roles, a Nannetta le toca la Reina de las hadas, y el padre pretende aprovecharse de la confusión para desposarla con el viejo Dr. Cajus; mientras explica en voz baja al doctor, indicándole también el traje que deberá usar, es oído por casualidad por Mrs. Quickly, que inmediatamente advierte a la joven.
Escena 2: Herne's Oak en el parque de Windsor a medianoche, a la luz de la Luna.
Fenton llega al roble y canta sobre su felicidad (Dal labbro il canto estasiato vola / "De mis labios, sale volando mi canción de éxtasis") acabando con "Labios que son besados no pierden nada de su atractivo" (Bocca baciata non perde ventura). Entra Nanetta para acabar el verso con "De hecho, lo renuevan, como la luna" (Anzi rinnova come fa la luna). Las mujeres llegan y disfrazan a Fenton como un monje, diciéndole que han arreglado las cosas de manera que harán fracasar los planes del doctor Caius.
Llega Falstaff, disfrazado de Cazador Negro, con dos cuernos en la cabeza, y empieza a contar las campanadas del reloj (Una, due, tre, quattro / "Uno, dos, tres, cuatro"). Entra Alice. Falstaff intenta abrazarla, pero ella lo rehuye, diciendo que Meg la sigue. Meg grita fuera de escena, pidiendo ayuda y anunciando que se acerca un aquelarre. Esto interrumpe el encuentro galante de Falstaff con la señora Ford. Ella escapa y Falstaff se esconde junto al roble.
Entra Nanetta, interepretando el papel de Reina de las Hadas, junto con otras jóvenes disfrazadas de hadas. La "Reina de las Hadas" instruye a sus ayudantes (Sul fil d'un soffio etesio / "En brazos de una brisa fragante...") antes de que el resto de los personajes lleguen a escena.
Disfrazados de criaturas fantásticas, todos los habitantes de Windsor envuelven al seductor, mientras una ronda de hadas y duendes (los niños de Windsor) lo atormenta y lo incita a confesar sus pecados y arrepentirse. Finalmente Falstaff reconoce al sirviente Bardolfo y comprende que ha sido engañado una vez más. Se revela la identidad de Fontanta-Ford y la broma que le han jugado las mujeres. Falstaff reconoce que ha recibido lo que se merecía (Incomincio ad accorgermi d'esser stato un somaro / Empiezo a darme cuenta de que he sido un burro).18
Ford anuncia que se va a llevar a cabo una boda. Bardolfo se acerca del brazo de la "Reina de las Hadas" y Alice presenta a una segunda pareja que "por coincidencia" pide que se les case en aquel momento también. Ford realiza la ceremonia. El doctor Caius se encuentra con que, en lugar de Nannetta, se ha casado con Bardolfo, que también está vestido con el disfraz de Reina de las Hadas, y Ford descubre que, sin pretenderlo, ha casado a Fenton y Nannetta.
Sin embargo, la ópera finaliza con alegría: Ford se resigna y consiente el matrimonio de Nannetta y Fenton e invita a todos a una cena; y Falstaff, encantado con el hecho de no ser el único engañado, proclama en una fuga, que todo el mundo canta, la moraleja de la historia: «Todo en el mundo es burla» (Tutto nel mondo è burla... Tutti gabbati! / "Todo en el mundo es burla.. ¡Todos engañados!").
Programa y reparto
Ópera en italiano con sobretítulos en italiano e inglés.
Duración: aproximadamente 3 horas, con intermedio.
Comedia lírica en tres actos,
libreto de Arrigo Boito,
música de Giuseppe Verdi
Dirección musical | Marco Armiliato
Dirección escénica y escenografía | Laurent Pelly
Escenografía | Barbara de Limburg
Vestuario | Laurent Pelly
Iluminación | Joël Adam
Reparto:
Sir John Falstaff | Luca Salsi
Ford | Andrzej Filończyk
Fenton | Francesco Demuro
Dr. Cajus | Gregory Bonfatti
Bardolfo | Enrico Casari
Pistola | Piotr Micinski
Alice Ford | Maria Agresta
Nannetta | Désirée Giove #
Mrs. Quickly | Anita Rachvelishvili
Meg Page | Caterina Piva
Orquesta y Coro del Teatro di San Carlo
Director del Coro | Fabrizio Cassi
Teatro di San Carlo
Teatro di San Carlo Napoli; Ópera de San Carlo; Real Teatro di San Carlo Naples.
El Real Teatro di San Carlo, su nombre original bajo la monarquía borbónica, pero hoy en día conocido simplemente como Teatro di San Carlo, es un teatro de ópera en Nápoles, Italia. Está situado junto a la céntrica Piazza del Plebiscito, y conectado con el Palacio Real.
Es uno de los lugares de ópera pública más antiguos y activos del mundo, inaugurado en 1737, sólo cinco años después del Teatro Manoel de Malta y décadas antes que los teatros La Scala de Milán y La Fenice de Venecia.
La temporada de ópera va de finales de enero a mayo, y la temporada de ballet va de abril a principios de junio. La casa tenía una capacidad de 3.285. pero hoy en día se ha reducido a 1.414. Dado su tamaño, estructura y antigüedad era el modelo para los siguientes teatros en Europa.
Historia del teatro de la ópera
Encargado por el rey Borbón Carlos VII de Nápoles (Carlo VII en italiano), Carlos quiso dotar a Nápoles de un teatro nuevo y más grande que sustituyera al viejo, destartalado y demasiado pequeño Teatro San Bartolomeo de 1621, que había servido bien a la ciudad, sobre todo después de que Scarlatti se hubiera trasladado allí en 1682 y hubiera comenzado a crear un importante centro de ópera que existía hasta bien entrado el siglo XVIII.
Así, el San Carlo fue inaugurado el 4 de noviembre de 1737, día del nombre del rey, con la representación de la ópera Achille in Sciro de Domenico Sarro, basada en el libreto de 1736 de Metastasio que había sido musicalizado ese año por Antonio Caldara. Como de costumbre, el papel de Aquiles fue interpretado por una mujer, Vittoria Tesi, llamada "Moretta"; la ópera también contó con la soprano Anna Peruzzi, llamada "la Parrucchierina" y el tenor Angelo Amorevoli. Sarro también dirigió la orquesta en dos ballets como intermezzi, creados por Gaetano Grossatesta, con escenas diseñadas por Pietro Righini. Las primeras temporadas pusieron de relieve la preferencia real por los números de baile, y aparecieron entre los famosos castrati de los intérpretes.
A finales del siglo XVIII, Christoph Willibald Gluck fue llamado a Nápoles por el empresario Tufarelli para dirigir su Clemenza di Tito de 1852 en el teatro, y Johann Christian Bach en 1761-62 trajo dos óperas, Catone in Utica y Alessandro nell'Indie.
1737: Construcción del Teatro di San Carlo
El nuevo teatro de la ópera fue diseñado por Giovanni Antonio Medrano, arquitecto militar, y Angelo Carasale, ex director del San Bartolomeo. El auditorio en forma de herradura es el más antiguo del mundo. Fue construido a un costo de 75.000 ducados. La sala tenía 28,6 metros de largo y 22,5 metros de ancho, con 184 palcos, incluidos los de proscenio, dispuestos en seis órdenes, más un palco real con capacidad para diez personas, para un total de 1.379 asientos. Incluyendo una sala de pie, el teatro puede albergar a más de 3.000 personas. El fastidioso compositor y violinista Louis Spohr revisó muy detenidamente el tamaño y las propiedades acústicas de este teatro de ópera el 15 de febrero de 1817 y llegó a la conclusión de ello:
no hay mejor lugar para el ballet y la pantomima. Los movimientos militares de infantería y caballería, las batallas y las tormentas en el mar pueden representarse aquí sin caer en lo ridículo. Pero para la ópera, la casa es demasiado grande. Aunque las cantantes, la señora Isabella Colbran,[Prima Donna de la compañía de ópera Teatro San Carlo y futura esposa de Rossini], y los señores Nozzari, Benedetti, etc., tienen voces muy fuertes, sólo se escuchaban sus tonos más altos y estentóreos. Se perdió cualquier tipo de expresión tierna.
Muy admirado por su arquitectura, sus decoraciones doradas y su suntuosa tapicería azul (siendo el azul y el dorado los colores oficiales de los Borbones), el San Carlo era ahora el teatro de ópera más grande del mundo[6] En relación con el poder del actual Reino Borbónico de las Dos Sicilias, Beauvert observa que el diseño de la casa, con sus 184 cajas sin cortinas, era tal que "nadie podía evitar el escrutinio por parte del soberano", que tenía su acceso privado desde el Palacio Real.
En 1809 Domenico Barbaia fue nombrado director de los teatros de ópera reales de Nápoles y permaneció al frente hasta 1841. Pronto se hizo famoso por sus producciones innovadoras y deslumbrantes, que atrajeron tanto al público como a los principales cantantes al teatro de la ópera.